Cuando hablo de sesiones boudoir me refiero a una sesión de fotografía sensual. Pienso que es obligatorio decir que la palabra boudoir significa originalmente “tocador” en francés.
Revela un enfoque íntimo y, según queramos, más o menos privado de esta perspectiva.
La idea básicamente es una serie de retratos que, mediante diferentes técnicas, en las que muestran a la modelo extremadamente femenina y atractiva.
Personalmente la denominación no me parece especialmente exacta, pero como sí hay un montón de gente interesada y sí hemos hecho -y seguimos haciendo- fotografías en esa línea, mejor explicarlo.
La idea está en que puedas transmitir dulzura, belleza y seducción. No es una cuestión de edad o complexión, sino de actitud e intención ante la cámara. Y de trabajar todos y cada uno de los detalles.
Por eso en una sesión de boudoir no solamente hay que cuidar especialmente la fotografía, sino también el maquillaje, la peluquería o el vestuario. Así que, como son tres aspectos en los que suelo delegar en profesionales, la cuestión es siempre un trabajo de equipo.
¿Enseñarlo o no enseñarlo?
Mi opinión y perspectiva es que, a pesar de que vivamos en un mundo con muchos prejuicios, uno debe expresarse como le parezca.
Si te apetece mostrar una parte de ti que consideras importante, atractiva y deslumbrante, sí deberías incluir alguna de estas fotos en tu book.
Si por el contrario, consideras que son una cuestión íntima y que constituiría una invasión de tu privacidad el mostrarlas, es totalmente lícito.
En cualquier caso, contarás con mi apoyo incondicional porque es una decisión totalmente personal.
¿Desnudo?
Habitualmente el boudoir no implica el desnudo explícito, pero es una decisión totalmente personal.
Ceñirse a las reglas puede ser más cómodo, y, sobre todo, facilita la decisión de enseñarlas. Pero no es algo que en pleno siglo XXI deba escandalizar a nadie. Es muy frecuente el uso de lencería.
Y en general, hay motivos por los que decidirse por una sesión así son sencillos:
- Saldrás estupenda. Así de fácil.
- Es un gran regalo para ti. Hay quien piensa que también puede ser un regalo para tu pareja, pero yo veo que -sobre todo- es un gran autorregalo. Puede contribuir a alegrarte y a mejorar tu percepción de ti misma.
- Es una estupenda excusa para irte de compras y hacerte con algunas cosas que siempre habías querido tener pero no te habías decidido.
¿Dónde?
Pues depende. Una opción es hacerlas en un estudio, pero también puedes decidir hacerlas en un hotel o en tu propio domicilio. O incluso en exteriores, aunque si no tienes mucha experiencia, probablemente te sientas más cómoda en un lugar cerrado.
En cualquier caso, es una de las decisiones que hay que tomar para conseguir el resultado deseado. Como en todos los demás casos, te ayudaremos a escoger.
¡Pero yo no sé posar!
No es un problema. Si contratas un fotógrafo que no sea profesional, probablemente sea una ruta directa hacia el desastre, pero no es el caso: llevo muchos años haciendo fotos tanto con modelos como con gente que jamás había posado antes.
En ocasiones es una cuestión de paciencia porque tardas un rato en ir adaptándote, pero el proceso suele ser divertido. Puedes estar segura de que te ayudaremos a conseguir fotografías sensuales y a la vez elegantes. Los resultados siempre merecen la pena.
¿Puede haber una persona conmigo durante la sesión?
Depende enteramente de ti. Puedes decirle a alguien que venga si piensas que su presencia va a ser positiva, pero para nosotros es impredecible saber el efecto que causará en ti porque todavía no nos conocemos. En cualquier caso estamos habituados a solucionar cualquier imprevisto en la sesión.
¿Que requisitos tiene que tener el fotografo que contrate para este tipo de sesión?
Debe de ser un fotógrafo especializado en el mundo del retrato, moda o publicidad.
Si la sesión la quieres hacer en estudio, si la sesión la quieres hacer en un hotel deberá tener buena relación con los hoteles de tu ciudad.
Normalmente los del centro de la ciudad suelen ser los mas lujosos en la decoración y con las mejores vistas.
Tener pagina web propia es un requisito indispensable, y ofrecer contenido gratuito como un blog o podcast también lo es, pues da a conocer su trabajo de manera altruista pero tomándose muy en serio su profesión porque no lo compagina con otro trabajo como un aficionado.
El profesional debe saber empatizar contigo, crear un ambiente cómodo y estudiar la iluminación antes de la sesión, con ejemplos claros de las poses y luces que se quieren conseguir con dicha sesión.
Para ofrecer el mejor resultado con los equipos de que dispone para ese trabajo.