Consiste en un fenómeno psicológico en el que las personas que lo sufren no son capaces de admitir sus logros, sienten un miedo constante de ser descubiertos como un fraude y/o piensan que los demás sobrestimas sus habilidades.
Es muy probable que lo hayas sufrido, o quizás conozcas a alguien que encaja en alguna de las dos situaciones.
Es un fenómeno que se da en psicología, que afecta mucha más gente de la que creemos, es posible que tú mismo lo estés sufriendo. No es oficialmente una enfermedad reconocida, pero es estudiada como transitorio mental y ha sido sujeto de innumerables libros y artículos.
Algunas características son el ser incapaz de admitir como merecidos los logros, el miedo constante y persistente a que los demás nos señalen como farsantes y no merecedores de la consideración que nos tiene. Otra característica suele ser el achacar a la suerte o las coincidencias los éxitos obtenidos, a pesar de las pruebas externas de la propia competencia. También pensar que los demás nos sobrestiman, que nos ven más inteligentes o capaces de lo que realmente somos.
Hemos sido testigo de much@s modelos que lo sufren, porque después de haber pasado por la agencia de turno, y haber pagado por el curso, no consiguen nada de trabajos ni la agencia les proporciona nada de nada.
Oficialmente se habla de dos niveles:
- Uno más leve que desaparece con el tiempo y la experiencia que suele manifestarse al enfrentarnos a nuevos retos y proyectos.
- Y otro más grave que va empeorando si no le damos solución y que puede llegar a bloquearnos totalmente.
¿Porqué ocurre?
Al parecer algunos investigadores lo han vinculado al perfeccionismo, especialmente en mujeres, pero no es el único motivo ni el más complejo de ellos. Tampoco se trata de un «simple» caso de inseguridad.
Según he leído se habla de varios posibles orígenes para que se presente el síndrome, que al hablar de ellos vamos a tratar de abordarlos dese el punto de vista de nuestra disciplina.
Uno de los detonantes podría ser tu propio entorno cercano, compañeros de salidas, grupos de amigos de la misma profesión o incluso redes sociales. En casos en los que las personas que te rodean en alguno de estos ámbitos sean buenas en su trabajo y sientas la presión de que debes estar a su altura o pienses que los demás son mejores que tú o que te tienes que esforzar más que el resto para llegar al nivel.
Las comparaciones son odiosas, sí, y en este caso también uno de los posibles orígenes del síndrome. Cuando ves que el trabajo de otros compañeros (independientemente de si es mejor o peor que el tuyo) es continuamente recompensado con más trabajos remunerados, más likes en redes sociales, puedes llegar a pensar que el tuyo no vale tanto y por eso no tienes tanto éxito.
Tu y tu nivel de exigencia con tu propia persona y tu trabajos pueden ser también uno de los orígenes del síndrome. Ya que muchas de l@s modelos que sufren este problema son muy exigentes consigo mismas y la lista de requisitos para dar por válido un trabajo puede ser prácticamente imposible de realizar. El perfeccionismo llevado al extremo e incontrolado puede meterte de lleno en el Síndrome del Impostor.
¿A quien le ocurre?
Desgraciadamente todo el mundo puede llegar a verse envuelto en este problema. Es probable que la gran mayoría de nosotros lo hayamos sufrido en mayor o menor medida… Pero curiosamente, las únicas personas a las que el síndrome nunca les afectará es a los verdaderos impostores.
¿Cómo se puede solucionar el síndrome?
Entre las maneras de combatir este problema una de las más sencillas consiste en simplemente agradecer la próxima vez que te hagan un cumplido. Nada de justificaciones, excusas o explicaciones de por qué no es para tanto. Sólo da las gracias.
No tienes que justificar ante nadie ninguno de tus logros. Si alguien piensa que tus poses o interpretación en tus fotografías son buenas, si alguna vez recibes un premio, o te ofrecen un buen proyecto remunerado, sólo agradécelo.
Recuerda varias cosas:
- Tú eres el/la únic@ responsable de tu éxito, ni los demás ni la suerte, ni tus herramientas, tu trabajo y capacidad es lo que hace vencer y ser visto como buen/a modelo.
- No vale para nada compararte con otr@s modelos, cada un@ de nosotros es únic@ y tiene una visión única del mundo. Potencia y practica tu manera de posar delante de la cámara. Da igual que quieras hacer fotos de lenceria o de anuncios publicitarios, si te hace disfrutar, ese es tu camino.
- Aunque no puedas vencer tu miedo a ser descubiert@ como impostor@, no debes dejar de hacer lo que más te gusta, que te tomen fotos.
- Siempre, siempre, habrá alguien mejor que tu, eso no significa que seas un@ farsante, sino que estás en otro punto del camino.
Recuerda que no eres un@ impostor@, eres un@ modelo en constante evolución.
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