La fotografía de moda profesional que aporta valor a nuestras marcas se puede resumir en frases espontáneas, tales como ¡Al verlo quiero tenerlo! ¡Quiero ser igual que esa foto!, ¡Me encanta! Expresiones así, son las que un fotógrafo profesional en Alicante o de cualquier otra ciudad, debe saber provocar cuando hace fotografía de moda. Saciar la vista para después saciar el bolsillo de la marca, se trata de despertar el interés de lo que ves.
El sector de la moda, está viviendo un momento extraordinario, cientos de marcas están apareciendo por esta zona, es un buen momento para chivar acciones en este sector y que este aproveche la oportunidad para poner de relieve todo su talento. Ahora ya no basta con hacerlo bien, si no que además hay que mostrar lo mejor para lograr ser el centro de todas las miradas. También es el momento de emplear la fotografia de moda como vehículo y soporte, capaz de despertar pasiones por nuestro producto ligado a nuestro pequeño negocio.
Si queremos lograr una posición de mayor notoriedad y éxito, la fotografia de moda publicitaria debe tratarse bajo una visión de marketing, en coherencia con la estrategia de negocio, los valores y el ADN único que nos diferencia del resto de diseñadores o marcas.
¿Una fotografía atractiva vende más?
En la fotografia comercial de moda que realizamos, tratamos especialmente la iluminación para lograr potenciar volúmenes, texturas, luces, sombras, relieve, tonos y colores. Todo ello en armonía y equilibrio, buscando siempre el aspecto realista, y a la vez idealizado hasta el punto de hacerlo apetecible. Nunca nos alejamos de la realidad, sino que tratamos de sacar todo su potencial a través de un criterio propio que empleamos. Nos desagrada ver diseñadores excelentes que con unas malas fotografías y campañas en las redes sociales ven como las ventas de su firma caen.
Sin duda, lo que gusta vende. Una sugestiva y atractiva fotografía despierta el interés por encima del resto. La foto que hemos visto en una web, en la red social del momento, incluso decorando un establecimiento o en cualquier otro medio, debe ser capaz de despertar desde el primer instante el interés por saborear y disfrutar de ello.
Tras ver la imagen, simpatizamos con ella. La decisión de elegir se gesta en nuestra mente, se mantiene en el recuerdo, provocando todo ello una narrativa visual seductora, capaz de provocar el interés y el deseo.
De la fotografía a nuestro armario
Una buena fotografia comercial de moda es al carta de presentación de aquellos que ofrecemos y actúa como influenciados.
Son muchas las marcas que han comprendido que una imagen bien tratada, es una parte importante en sus acciones de marketing y comunicación. Por ello, se toman en serio de manera profesional la presentación de su oferta.
A través de imágenes atractivas logramos despertar el interés en el público, para incentivarlo a curiosear, probar o comprar de nuestra propuesta.
Uno de los sentido esenciales que tenemos es la vista, vivimos rodeados de un universo de imágenes que despiertan automáticamente el interés o todo lo contrario, pueden generar rechazo.
Fotografia comercial de moda y marketing fotográfico si van juntos mejor
Ya seas una pequeña diseñadora o una gran marca de alta costura, la imagen que percibimos a través de la fotografía de su oferta, mejora nuestra percepción y los valores que atribuimos al establecimiento.
Nuestra mente asocia a cada imagen valores, sensaciones y emociones unidas a la aceptación o al rechazo. Por lo tanto cuando se trabaja la fotografia de moda bajo una visión de marketing fotográfico y se liga con la estrategia de negocio del/la diseñadora el resultado es muy positivo para el posicionamiento.
Se trata de ir encadenando un conjunto de percepciones positivas que hacen diferente nuestro marca para conseguir destacar sobre el resto del entorno competitivo. Ganar notoriedad para todo ello, se convierta en aceleradores del interés y deseo.
Como equipo especializado en moda, sumando a nuestra experiencia en marketing y comunicación, hemos podido comprobar que existe claves en la iluminación y composición, y poses de la imagen que generan estímulos, sensaciones y deseos que incitan a la acción y estas claves son las que ponemos en practica en nuestro trabajo.
La foto de moda engancha o «ni fú ni fá»
La fotografía comercial de moda en general debe ser un altavoz de la marca, un atractivo escaparate en la web o red social. Una imagen adecuada permite asociarnos a los valores deseados: alta calidad, frescura, textura, tradición, modernidad, etc. Una rica suma de atributos positivos percibidos a través de la fotografía que actúa como gancho impulsando al público a contactar con nuestra marca.
Hoy por hoy los medios digitales y las redes sociales son herramientas ideales y económicas para desarrollar un plan de difusión y comunicación de nuestra oferta. Gestionados de una adecuada manera, actúan como una caja de resonancia capaz de multiplicar la visualización, el impacto y la notoriedad de nuestra sugerencia.
Prestar una especial atención a la fotografía se ha convertido en una parte importante del negocio, y esto lo saben muy bien importantes firmas de este negocio, solo tenemos que echar un vistazo a la calidad de las fotografías que muestran. Es cierto que requiere su tiempo, esfuerzo y algo de dinero, pero merece la pena por el impacto que tiene en la cuenta de resultados.
Sin objetivos no se alcanzan metas
Una reunión previa muy sencilla pero muy aclaratoria, puede despejar posibles dudas y se determinan los objetivos que se quieren conseguir y aquellos que nó.
Este tipo de reuniones suele desarrollarse en una atmostera distendida, divertida y amena, al fin y al cabo, estamos hablando de lo que nos apasiona, nos motiva y de esencia puerta de nuestro negocio. De manera espontánea afloran los propósitos, se crea un clima de confianza y una atmósfera de trabajo en común.
Se trata de no dejar ningún cabo suelto o aspecto sin definir. Hablamos del tipo de composición más adecuado, de retos que se persiguen, de sensaciones, de cómo trabajar el estilismo de la escena.
Las fotografías nos gustan que sean limpias, sencillas, creativas, seductoras y auténticas. Deben ser capaces de quien la vea pueda imaginar la experiencia de llevar la prenda puesta.
El secreto está en cuidar todos y cada uno de los detalles del producto. No suele favorecer el hecho de que existan elementos que distraigan la atención del motivo protagonista, todo debe construirse de manera armónica. Una sombra inapropiada puede ensuciar la estética de la imágen o por el contrario una ausencia de sombra o luminosidad puede hacer que una imagen quede plana, sin relieve, sin viveza, sin atractivo y todo ello resta al resultado final.